martes, 17 de junio de 2014

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Análisis de alguna de sus obras


Otros cuadros de Berni
Obra de Berni - El caballito (1956)

El caballito, 1956

Óleo sobre tela
170 x 150 cm
Colección particular
Obra de Berni - La orquesta típica (1940/75)

La orquesta típica, 1940/75

Óleo sobre tela
198 x 290 cm
Colección Museo Nacional de Bellas Artes, Buenos Aires
Óleo sobre tela. Sin duda lo que más llama la atención son los colores: azul, amarillo y rojo. El equipo de los colores primarios. ¿Podés señalar dónde transcurre la escena? ¿Te animás a describirla? Por los instrumentos que ellos ejecutan: ¿qué música creés que están tocando? ¿Será un tango, un vals? es salsa? Observá la composición: se plantea en 3 planos. En la primera hilera los músicos que ejecutan el bandoneón comparten este plano con la cantante femenina, que tiene un micrófono de pie. Ellos tienen sus partituras. Son las hojas escritas con notas musicales y sirven de guía para que los músicos toquen su canción. Las tienen en los atriles que apoyan en el piso del escenario. Y en los personajes se agudizan los detalles, porque están en primer plano. En la segunda hilera, los músicos incorporan otros instrumentos musicales: el contrabajo y el acordeón. Y sólo vemos representados la mitad de los cuerpos. En la tercera hilera, en último plano, más oscuro y sin detalles, sólo vemos los rostros y los violines.
Obra de Berni - Primeros pasos (1937)

Primeros pasos, 1937

Óleo sobre tela
200 x 180,5 cm
Colección Museo Nacional de Bellas Artes
¿Qué hace el personaje que está de pie? Danza... Entretiene a la señora que está cosiendo. Se sorprende por algo que vio en el techo. Danza. La joven bailarina, liviana y con gracia danza en contraste y equilibrio con el personaje que está sentado, pensando, un poco triste.
La perspectiva del espacio arquitectónico, rigurosamente geométrico, nos da cuenta del mundo real en el que ellas viven. Fijate en el paisaje que aparece detrás de las puertas. ¿Podés precisar la hora del día? Aunque todo sea muy real estamos frente a un cuadro donde las cosas que vemos son bastante misteriosas, intrigantes, mudas, quietas, como posadas para una fotografía.
Entretiene a la señora que está cosiendo. Quizás, suponemos que sea su mamá, que haya abandonado por un instante su labor para detenerse a observarla, y después se quedó pensando en lo rápido que ha crecido y en recuerdos de su infancia.
¿Conocés ese tipo de máquinas de coser a pedal? Averiguá si todavía se fabrican. La tela de color verde que se desplaza sobre la máquina tiene luces y sombras. Berni las obtiene de la mezcla de ese pigmento verde con negro, para realizar las sombras, y con blanco para la zona más iluminada; a este tratamiento se lo llama modelado del color. El personaje que está sentado está cosiendo, su actitud, su mirada, ¿te recuerda a otras obras? Esa es una característica del artista: en los rostros que pintó entre los años 30' y los 40' hay una actitud de melancolía, tristeza, angustia; quizás sea la aspiración de un orden social más justo y armonioso.
Obra de Berni - La mujer del sweater rojo (1935)

La puerta abierta, 1932

Óleo sobre cartón
53 x 44 cm
Colección Costantini
Esta pintura fue realizada en óleo sobre cartón. El repertorio de imágenes que aparecen tienen que ver con el mundo de los sueños y con la incoherencia. Por eso es una obra surrealista, porque va más allá de la realidad. ¿Qué colores te llaman más la atención? Los colores forman un equipo: son los colores primarios. Se llaman así porque son los primeros, y de ellos, sumando de dos en dos, se obtienen los secundarios. Por ejemplo, amarillo más azul, verde. Amarillo más rojo, anaranjado. Azul más rojo, violeta.
Obra de Berni - La mujer del sweater rojo (1935)

La mujer del sweater rojo, 1935

Óleo sobre tela
108 x 92 cm
Colección Fundación Costantini
¿Qué es lo que más te llama la atención de esta obra? Sí, claro, el sweater rojo; es parte del título del cuadro. Pero fijate en la textura. La textura es la manera en la que está pintado el sweater, simulando ser de lana. Como lo ves de lejos sin poder tocarlo, sólo virtualmente, se llama textura visual. La figura abarca todo el cuadro, es una mujer que está pensativa, tranquila. ¿Estará serena o melancólica? ¿Podés imaginar qué música está escuchando? ¿Clásica, folclórica, rock? ¿Qué otra música?
Obra de Berni - La comunión de Ramona (1962)

La comunión de Ramona, 1962

Collage sobre madera
122,5 x 95 cm
Colección particular
Obra de Berni - Desocupados o Desocupación (1934)

Desocupados o Desocupación, 1934

Témpera sobre arpillera
218 x 300 cm
Colección particular
Pintada al temple sobre arpillera. Antonio Berni nos muestra aquí su compromiso artístico y fundamentalmente humano. La minuciosidad de los detalles de los personajes que están durmiendo en primer plano. Pliegues y texturas en la descripción de la ropa, luces y sombras en el tratamiento de los rostros y la proporción de los cuerpos. ¿Qué esperan esos hombres de brazos quietos y mudos, sin decir nada? Un trabajo. Buscá y descubrí que hay una sola palabra escrita en la obra. A propósito, Berni deja entrever sólo una parte: "fe", dice. Lo que expresa la voluntad de estar allí, siempre allí, esperando una respuesta.
Obra de Berni - Ramona adolescente (1976)

Ramona adolescente, 1976

Xilocollage
105,4 x 65,5 cm
Colección particular
Xilocollage-relieve. Técnica de grabado donde el taco -soporte- es de madera. Collage por la incorporación de los materiales al soporte: telas, plásticos, objetos moldeados con epoxi o con yeso; y relieve por el volumen que se desprende de la obra. Este personaje de proyecciones ilimitadas, comenzó excediendo el plano con formas de papel maché, en una voluntad de realismo por parte del autor. Ramona es un personaje ambiguo: que surge de los vicios de toda sociedad, sometida a los caprichos de sus protectores, prostituta, de poses provocadoras; y que a la vez conserva su espíritu infantil. Un ser inocente que la sociedad corrompe y envilece.
Estampaciones hechas con carpetas plásticas simulan costosos encajes de Ramona adolescente, cruzada de piernas, mezcla de provocación e inocencia. Integrada a la obra aparece otra escena, la de su tímida infancia.
Es en el personaje de Ramona donde Berni encuentra el desarrollo máximo de su técnica. El secreto para lograr que estos personajes, como tantos otros, cobren volumen en la obra, está en el punto justo de humedad del papel, para que, al pasar por la prensa, tome la forma de su taco sin romperse.
Obra de Berni - Autorretrato (1924)

Autorretrato, 1924

Mina de plomo y pastel sobre papel
49 x 39 cm
Colección Isaías Eliaschev
Obra de Berni - Autoretrato (1938)

Autorretrato, 1938

Óleo sobre tela
90 x 60,5 cm
Museo Municipal de Bellas Artes Manuel Belgrano, Pergamino, Buenos Aires
Obra de Berni - Manifestación (1934)

Manifestación, 1934

Temple sobre tela
182 x 247,5 cm
Colección particular
Estos hombres y mujeres están pintados sobre arpillera con pintura industrial; seguramente los dibujó Berni basándose en fotografías tomadas por él o de crónicas policiales de los diarios. ¿Cómo ves a los personajes? ¿Tristes, alegres, preocupados, pensativos?, ¿cómo piensas que se siente la gente cuando participa en una manifestación? Solamente vemos sus caras en posición frontal, ellas revelan su estado de ánimo, sus diferencias, sus conflictos. ¿Cuál será el problema? Hay una pancarta que dice Pan y trabajo, y detrás de los manifestantes aparecen casas pintadas como si estuvieran deshabitadas. Observalas muy bien porque así las realiza Berni en distintas obras del mismo período.
¿Qué otra cosa podés decir de ellas? Con respecto al color, la línea, la perspectiva... Utilizó el color puro, o lo mezcló con negro y con blanco. Las líneas son rectas y curvas, geométricas o sensibles; y la perspectiva, observá cómo a medida que se alejan las casas van disminuyendo en tamaño y se van simplificando los detalles.
Nuestra mirada nos lleva al centro de la obra, allí aparece representado un niño con un pan en la mano, símbolo de esperanza; quizás sea por aquel refrán de que todo niño nace con un pan bajo el brazo. Y delante de él, un puño cerrado que refuerza el sentido de lucha y de fuerza que están reclamando.
Obra de Berni - Team de futbol o Campeones de barrio (1954)

Team de fútbol o Campeones de barrio, 1954

Óleo sobre tela
203 x 298 cm
Colección particular
Óleo sobre tela. Jugadores y suplentes como si fueran una fotografía, posan para inmortalizar su sueño de campeones. Hay un personaje que se encuentra en el centro de la obra y nos llama la atención por el color de su remera. ¿Cuál es? El de color amarillo. ¿Qué podés decir de las distintas expresiones de sus caras? ¿Están contentos, cansados? Describilas.
¿Qué cantidad de jugadores integran un equipo de fútbol? ¿Cuál te parece que podría ser el referí? Lleva en la mano una bandera roja. El pequeño que se encuentra en el extremo inferior derecho posiblemente sea hermano de alguno de los chicos y la "mascotita" del equipo. Las fachadas de las casas, en composición estrictamente geométrica, aparecen como un telón de fondo.
Observá las líneas curvas y rectas que describen las características de cada casa. ¿Cómo son? Geométricas. ¿Empleó los mismos colores que en la ropa de los personajes? ¿Cómo utiliza el color? Puro, mezcla el pigmento con blanco y con negro; a esta manera de utilizar el color se la llama desaturación, porque pierde su vibración original.
Obra de Berni - La gallina ciega (1973)

La gallina ciega, 1973

Óleo y materiales varios sobre madera
160 x 210 cm
Colección particular
Óleo y técnica mixta sobre madera. La obra narra una escena donde los personajes desarrollan un juego. La gallina ciega o el gallito ciego. ¿Sabés cómo se juega? El juego consiste en vendar con un pañuelo los ojos de un participante; el mismo tratará de tocar y agarrar a los restantes participantes -que mientras tanto hacen monerías alrededor- y deberá reconocerlos. La escena transcurre en la calle. ¿Podés precisar la hora del día? Atardecer. Por este motivo, la obra se tiñe de colores cálidos, rojos y anaranjados. Observá los estampados de cada uno de los personajes que integran la escena y verás cómo Berni se preocupó de buscarles características muy particulares a sus vestimentas. Con distintos estampados de telas logró vestir a sus personajes. ¿Cómo son? ¿Qué colores tienen? Describilos. En el centro de la obra, arriba de la cabeza del personaje que tiene las medias color azul, se unen en el horizonte las rectas de la calle: a eso se llama punto de fuga.
Obra de Berni - Chiquilín de Bachín (1964)

Chiquilín de Bachín, 1964

Óleo, tela y materiales varios sobre madera
69 x 52.5 cm
Colección particular
Obra de Berni - Coronel amigo de Ramona (1964)

Coronel amigo de Ramona, 1964

Grabado
78,5 x 57 cm
Colección Jorge y Marion Helft
Obra de Berni - Retrato (1946)

Retrato, 1946

Óleo sobre tela
96 x 111 cm
Colección particular
Obra de Berni - Autoretrato (1929)

Autorretrato, 1929

Óleo
37 x 45 cm
Obra de Berni - Ramona y la adivina o La adivina (1976)

Ramona y la adivina o La adivina, 1976

Collage sobre madera
210 x 160 cm
Colección particular
Collage sobre madera. Presenta a la joven mujer consultado sobre su futuro incierto. La vieja adivina la recibe sentada frente a su bola de cristal, en un ambiente en el que no faltan los íconos populares del tarot y de la quiromancia, que es una técnica para saber leer las líneas de la mano; aparece también una gran mano con los símbolos de los montes y de otros datos similares. ¿Vos creés en las adivinas? ¿Te parece que es cierto que ellas pueden conocer el futuro?
Obra de Berni - El padre de Ramona (1962)

El padre de Ramona, 1962

Témpera, cartón, tela, yeso y materiales varios sobre madera
48 x 39 cm
Colección particular
Obra de Berni - La muchacha del libro (1936)

La muchacha del libro, 1936

Óleo sobre tela
110 x 80 cm
Colección particular
Obra de Berni - Autoretrato con cactus (1934)

Autorretrato con cactus, 1934

Temple y óleo sobre arpillera
110,5 x 85 cm
Colección particular
Obra de Berni - La luna y su eco (1960)

La luna y su eco, 1960

Óleo, plástico, metal y materiales varios sobre hardboard
73 x 100 cm
Colección particular
Obra de Berni - La madre de Ramona (1962)

La madre de Ramona, 1962

Témpera, cartón, tela, yeso y materiales varios sobre madera
49 x 39 cm
Colección particular
Obra de Berni - El gato gris (1936)

El gato gris, 1936

Óleo sobre tela
90,5 x 70,5 cm
Colección Museo Municipal de Bellas Artes de Tandil, provincia de Buenos Aires.
Esta obra fue realizada en óleo sobre tela. ¿Qué tienen de extraño los personajes que aparecen en escena? La mirada. Es expectante, ausente, triste. El color del fondo es atemporal, que quiere decir "sin tiempo", porque no podemos precisar qué hora del día es. La mirada y el color hacen que en esta obra realista los elementos se tensionen y esa cuota de intriga se convierta en un realismo mágico. La mascota es la excusa para posar en la escena. La textura visual de sus pelitos grises nos cuentan que es muy suave. ¿A vos te gustan las mascotas? ¿Tenés alguna? El gato del cuadro, ¿se parece a alguno de tus gatos?
Obra de Berni - Escuelita rural (1956)

Escuelita rural, 1956

Pigmento al agua y albúmina sobre tela
183 x 304 cm
Colección particular
Pigmento al agua sobre tela. El escenario es el salón de clases de una escuela rural, en la que numerosos chicos revelan por la expresión de sus caras, claramente dibujadas, de líneas precisas y definidas, sus rasgos más íntimos, sus actitudes y sus diferencias. Animate a encontrar a Juanito en esta clase. Detrás de los alumnos aparece, como si fuera una obra de paisaje, la pequeña ventana del salón. Dos caballos esperan la partida de los changos. La pasividad de la obra se refuerza con la composición marcadamente horizontal. ¿Sabías que las líneas verticales y horizontales dan a la composición un carácter estático y quieto, y las líneas curvas y las diagonales sugieren dinamismo y movimiento?

Más de su VIDA y OBRA

En 1920, a los 15 años expuso sus cuadros por primera vez, en el Salón Mari. La muestra constó de 17 óleos (paisajes suburbanos y estudio de flores).
Expuso otra vez en 1921, en 1922 y en 1924. En 1923, también lo hizo, pero en Galería Witcomb de Buenos Aires.
Ya por entonces recibió los halagos de los críticos de arte, en artículos publicados el 4 de noviembre de 1923, tanto de los diarios La Nación y La Prensa.
Sus primeros cuadros respondieron al impresionismo y al paisajismo.
En 1925 consiguió una beca otorgada por el Jockey Club de Rosario para estudiar en Europa.
Llegó en noviembre de ese año a Madrid. Eligió la capital española ya que en Buenos Aires la pintura de los españoles estaba de moda, especialmente la de Sorolla, la de Zuloaga (1870-1945), quien plasmó en sus lienzos las imágenes de una España dramática y al mismo tiempo pintoresca, la de Anglada Camarasa (1874-1959), representante del modernismo, la de Julio Romero deTorre (1880-1930), cuya pintura fue de inspiración esencialmente literaria.
En el Salón de Madrid (febrero de 1926) expuso "Puerta cerrada", es un paisaje madrileño que llamó mucho la atención, como si nadie antes hubiera pintado así la ciudad.
 
 
Más tarde pintó otros temas españoles.
Pero estando en esta ciudad advirtió que, en realidad, era París la cuna de la pintura española. Por eso decidió instalarse allí.
 

En París estaban también otros argentinos, entre ellos, Aquiles Badi, Alfredo Bigatti,  Héctor Basaldúa y Spilimbergo, con quien inició una sólida amistad.
Y en 1929, han de llegar a París Pedro Domínguez Neira.
En la "ciudad luz" asistió a los cursos de los pintores franceses André Lothe y Othon Thon Faiesz, en la Academia libre de la calle Grande Chaumiere. En realidad sólo estudió unos meses allí. Su influencia se dejó sentir en una serie de desnudos figurativos.
Hacia 1927 se instaló en Arcueil, a 6 km. al sur de París, en el valle del río Biévre. Se conocen dos paisajes de Arcueil de 1927, reproducidos en la revista Ars (Buenos Aires 1941). También de esa época son los óleos: "Desnudo", "La casa del crimen", "Naturaleza muerta con guitarra".
  

Terminada la beca, Berni volvió por unos meses a Rosario, pero al poco tiempo retornó a París, ahora con un subsidio del Gobierno de la provincia de Santa Fe.
A fines del invierno de 1928 hizo una exposición individual en la Galería Nancy de Madrid.
También en ese año participó con el Grupo de París (Badi, Basaldúa, Berni, Butler, Spilimbergo), de una muestra que organizó Butler y trajo a Buenos Aires con destino a la Asociación Amigos del Arte.
La exposición recibió el beneplácito del público e inclusive se vendió una obra de cada expositor. Además fue invitado el entonces presidente de la República,  Berni concurrió personalmente a la Casa de Gobierno de Argentina para cursar dicha invitación. Tiempo después comentaba que, en aquella ocasión, de pronto decidió dejar la audiencia y salió como "un ladrón de escalera", a lo que agregó " si me vieran mis compatriotas de París!". Esta alusión era porque el grupo ya tenía tendencias políticas izquierdistas.
En 1929 Berni presentó una muestra individual en Amigos del Arte y luego en el Museo Municipal de Bellas Artes de Rosario. Además intervino en el XVIII Salón Nacional (Buenos Aires), allí exhibió su obra "Toledo o el religioso".
  

En 1928 conoció a Louis Aragón, poeta, novelista y ensayista francés, uno de los líderes del movimiento dadaista y del surrealismo.
Aragón lo acercó al surrealismo y también a André Bretón (1896-1966), poeta y crítico de arte. Por otra parte Berni en ese año se relacionó con el joven pensador Henri Lefebvre, uno de sus mejores amigos franceses, quien lo iniciará en la lectura de Marx. También conoció a Max Jacob, con quien aprendió la técnica del grabado.
Pero, sin lugar a dudas la retrospectiva de Giorgio de Chirico, en 1927 y el conocimiento de las obras de Magritte, quien por entonces vivía en París, serán los elementos fundamentales que llevarán a Berni a ingresar al surrealismo. Conoció al Grupo surrealista en el café Cyrano de París, por entonces Bretón había ingresado al partido comunista.
Para Berni el surrealismo "es una visión nueva del arte y del mundo, la corriente que representa a toda una juventud, su estado de ánimo, su situación interna, después de terminada la Primera Guerra Mundial. Era un movimiento dinámico y realmente representativo".
No sólo conocer al Grupo implicó el ingreso al surrealismo, sino también a la acción política. Berni ayudó a Aragón en su lucha antiimperialista, en un París donde abundaban los chinos, africanos, vietnamitas,... Berni ayudó a distribuir un periódico para las minorías asiáticas y colaboró con ilustraciones para otros diarios y revistas.
Estudió las obras surrealistas, leyó a los poetas y escritores de este movimiento y también a Freud.
En 1930 conoció al ensayista y poeta francés Tristán Tzara (1896-1963), quien tendrá mucho que ver para que Berni considerara que todo el Grupo surrealista estaba formado por monstruos sagrados.
Berni iniciará su pintura surrealista, pero no pertenecerá, ni al automatismo de Miró, ni al onirismo. En realidad tomó la pintura de Chirico y le dio un contenido propio.
"La Torre Eiffel en la Pamp

Por entonces, la noticia de una revolución en Buenos Aires lo dejó consternado. Ya casado y con una hija decidió volver a la Argentina. No podía quedarse en un París tan distante, con escasas noticias de su país, que vivía una situación de tal magnitud.
Al regresar, vivió por unos meses en una chacra de la provincia de Santa Fe, para luego instalarse en Rosario y trabajar como empleado municipal.
Tomó parte activa de la vida cultural de la ciudad, organizó la Mutualidad de Estudiantes y Artistas Plásticos y se adhirió por un tiempo al partido comunista.
En 1932, en Amigos del Arte expuso sus obras surrealistas de París, y algunos óleos como "Toledo o el religioso". Esa muestra fue la primera exposición de ese movimiento en América Latina y también la primera en exponer collage. Se tituló Primera exposición de Arte de Vanguardia. El público no estaba acostumbrado y la muestra resultó difícil. La crítica en pleno la rechazó.
Tanto Europa como América, por entonces sufrían la crisis del 29 de E.E.U.U. y Argentina con la  revolución del `30 había comenzado la llamada "década infame".
Rosario es un lugar especialísimo en esos años: ahí se asentó la mafia, la de Chicho Grande y la de Chicho Chico y la prostitución que tuvo su imperio en el barrio de Pichincha (hoy Gral. Richieri). Berni, en 1932 se internó en ese universo para colaborar como fotógrafo en una nota periodística encargada a Rodolfo Puiggrós, futuro dirigente comunista. Era una zona de garitos y varités, que desaparecerán en 1937.
Y fuera de esta miseria humana que observó Berni estaba la otra, la del hombre que vivía en las zonas rurales entre los chacareros. Este mundo era totalmente distinto al de París de los años 20 y de los artistas surrealista.
No pudo dejar de sentir una gran conmoción interior. De alguna manera dejó en parte el surrealismo ya que sufría la desazón, la desesperanza de la gente. Decidió asumir un compromiso con su país.
"El artista está obligado a vivir con los ojos abiertos y en ese momento (década del 30) la dictadura, la desocupación, la miseria, las huelgas, las luchas obreras, el hambre, las ollas populares crean una tremenda realidad que rompían los ojos", diría por el año 1976.
Así comenzó la etapa del "realismo social".
 

Berni era un hombre con gran sentido del humor y sentía una gran necesidad del mundo de los justos. Luchó por ello siempre, pero lo hizo con gran ternura y con un trasfondo casi épico. Se identificó y se integró a ese mundo del que nunca se desligó.
De París trajo una gran carga política, influida sin duda por su intensa vinculación con los artistas surrealistas. Ese mundo de decadencia pintado casi de fantasía ahora le era real; lo tenía ahí en su pueblo, en su país. Bretón decía "lo imaginario es lo que tiende a convertirse en real". Y Berni lo tenía ahí en los hechos cotidianos, a cada momento le pasaba a su alrededor.
Berni comenzó en 1934 a mostrar la problemática social de la década del 30.
No sólo la Argentina está en crisis, el mundo vibra. La desocupación, la pobreza, el comienzo de los regímenes totalitarios; nazismo y fascismo, la Guerra Civil en España, espantan a Berni.

El arte de Berni es abarcante.
 

El retrato es una de las formas más importantes del realismo humanista de todos los tiempos. En Berni predomina el retrato humano, tanto en la década del 30 como en la del 40.
"Figura" fue Primer Premio del XXX Salón Nacional (Buenos Aires, 1940)
También pintó "La muchacha del libro" (1936), "Nancy" (1941), "La chica del balón" (1934), "La niña de la guitarra" (1938), "Figura de chico" (1941).
Además hizo sus autorretratos, uno en 1938, otro en el 34 y el último en 1945. En "Paula y Lily" (1941) pinta a su esposa de entonces y a su hija.
En "Retrato" (1946), muestra dos chicos de clase media acomodada, antítesis de sus personajes posteriores, Juanito y Ramona.
Ese arte abarcante lo hizo recorrer todos los distintos aspectos de la vida del hombre argentino. Así el fútbol y el tango formaron parte de sus temas.
En 1937 presentó "Club Atlético Nueva Chicago" y en 1954 "Team de fútbol o Campeones de barrio".
Respecto al tango, pintará "Orquesta típica" en 1939, para recrearla en 1974 y 1975.
Otros aspectos tienen que ver con la vida cotidiana, como por ejemplo en "Primeros pasos" (1937). Berni inicia sus representaciones en Argentina de lo que será típico de la década del 50: "La siesta" y "La fogata de San Juan".
 

Berni, en la década del 30 tuvo su experiencia muralista. Ya él había fundado el grupo "Nuevo Realismo".
Hay un lapso de tiempo entre 1939 y 1944 en el que Berni aparecerá con otra orientación. Entre diciembre de 1941 y mayo de 1942 recorrió Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia, a fin de realizar estudios precolombinos por pedido de la Comisión Nacional de Cultura. Su obra "Mercado indígena" (1942), la basó en fotos que tomó durante este viaje.
El mundo de la década del 40 será tan conflictivo como el del 30. Una gran guerra sellará sus días. En América, en Costa Rica se produjo una guerra civil: en Panamá se instaló una dictadura, en Venezuela se derrocó al presidente Rómulo Gallegos y surgió la dictadura de Laureano Gómez, en Bogotá hubo una insurrección popular por el asesinato del dirigente liberal izquierdista Jorge Gaitán. Argentina no queda al margen de este tipo de acontecimientos. Se produjo en 1943 el golpe militar, con la destitución del presidente Castillo.
Berni de exquisita sensibilidad, observará y reflejará en su pintura esa realidad. Pero no se alineará con la Vanguardia argentina de entonces.
Estos grupos de vanguardia, en general izquierdistas, pero con una visión distinta a la de Berni lo atacaron en varias ocasiones, a pesar de que Berni era amigo Arden Quin, uno de los directores de la revista Arturo y uno de los fundadores del arte Madí. Inclusive Berni escribió un artículo en el "Universitario", periódico que editaba Quin.
Pero Berni también manifestó su dasagrado por la situación del 45. Con un grupo de artistas decidió exponer sus pinturas en el subsuelo del edificio de la Sociedad Rural, en Florida al 400. En el Catálogo explicaban que las obras estaban destinadas al XXXV Salón Nacional, pero que había decidido hacer una muestra al margen del Salón, en adhesión a los anhelos democráticos del los intelectuales del país.
Berni mientras tanto pintará "Masacre", 1948
 En 1951 hizo otra "Manifestación". Mujeres y niños llevan un lienzo blanco en el que está dibujada la paloma de la paz, con un ramo de olivo en el pico. Ese año es el del primer ensayo de la bomba de hidrógeno, por parte de E.E.U.U., en el Pacífico. Por otra parte Argentina, asumió la obtención de reacciones termonucleares en la isla Huemul.
Todo esto influye en el ánimo de Berni. Por otra parte todavía estaban en él los ecos de la 2º Guerra Mundial.
  

Durante 1951, 1952, 1953 Berni se fue a Santiago del Estero (provincia del noroeste argentino). Allí realizó la serie "Motivos santiagueños". Santiago del Estero sufrió la tala indiscriminada de sus bosques: ya por 1942, 20 firmas obrajeras eran dueñas de 1.500.000 ha. Pero la situación venía desde muchos años atrás, ya que la madera como la del Chaco sirvió para los durmientes de las vías del ferrocarril y como combustible vegetal, también para los ferrocarriles. La depredación ecológica existió, pero también, la social. Los beneficios obtenidos por los empresarios no volvieron a los trabajadores. La tierra,poco a poco se agotó y también el hombre.

En el período 1955-1956, hará la serie "Chaco". Estas pinturas las expondrá en París, Berlín, Varsovia y Bucarest. Aragón inclusive lo presentó en Moscú en la Galería Creuze, en 1955.
Por entonces Berni pintó algunos paisajes del suburbano: "Villa Piolín", "La casa del sastre" (1957); "La iglesia", "El tanque blanco", "La calle", "La res" "Carnicería" (1958), "La luna y su eco" (1960) y "Mañana helada en el páramo desierto". También de esa época son "Negro y blanco" (1958); "Utensilios de cocina sobre un muro celeste" (1958) y "El caballito" (1956).
 

Mientras el mundo sufría la guerra de Corea (1953), la invasión a Hungría por parte de la U.R.S.S. (1954) y en Argentina caía Perón, el mundo interior de Berni se componía de nuevas imágenes.
A su vuelta de Santiago del Estero comenzó a hurgar hasta que en 1958 surgió claramente su nuevo personaje, Juanito Laguna. Poco tiempo después aparecerá también, Ramona Montiel.
La historia de estos dos seres lo envolverán por tiempo y con ellos trascenderá mucho más. Tanto los "Juanitos" como las "Ramonas" se cotizaron en el mercado exterior a precios incalculables.
 

En 1976 Berni se va a Nueva York. Allí pintó, hizo grabados, collage, y presentó en la Galería Bonino una muestra titulada "La magia de la vida cotidiana". Durante su estadía en esa ciudad, hizo 58 obras que quedaron en la Galería para una muestra en Texas que nunca se realizó. En 1982, después de su muerte, llegaron a Buenos Aires.
En esa época también pintó tres óleos referidos a Juanito y a Ramona, "Juanito en la calle".
Pero, preocupado por el mundo que lo rodeaba, en Nueva York quiso conocer a su gente, saber de sus costumbres, de sus posibles necesidades. Así fue como salió a la calle, observó y pintó. Entonces conoció una sociedad opulenta, consumista, donde la publicidad es la mejor vendedora, donde él siente que hay riqueza material y pobreza espiritual, muy distante de la de Juanito, o de la de Santiago del Estero. Entonces decidió hacer un arte social con ironía.

De esta época es "Calles de Nueva York", "Almuerzo", "Chelsea Hotel" y "Promesa de castidad".
Entre abril y mayo de 1981 Berni tocó el tema del Apocalipsis al exhibir los murales realizados para la capilla del Instituto de San Luis Gonzaga en Gral. Las Heras, Provincia de Buenos Aires.
También ese año da testimonio del gran tema de su vida: "el destino del hombre".

Por otra parte, en 1981, año de su muerte, Berni pintó una mujer desnuda en la arena, contemplando el cielo de una noche de luna. Es la mujer y la Naturaleza, tal cual los creó Dios. Sólo que un avión, objeto del hombre, pasa por el lugar para invadir el momento de paz y de armonía.
 

Estos fueron sus últimos óleos, ya que el 13 de octubre de 1981, Antonio Berni dejaba este mundo.
Unos días antes de su muerte, Berni en una entrevista decía: "El arte es una respuesta a la vida. Ser artista es emprender una manera riesgosa de vivir, es adoptar una de las mayores formas de libertad, es no hacer concesiones. En cuanto a la pintura es una forma de amor, de transmitir los años en arte."
 

Alguna de sus obras









jueves, 12 de junio de 2014

Biografía

Antonio Berni

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Antonio Berni
AntonioBerni001.JPG
Antonio Berni en su taller.
Nombre completoDelesio Antonio Berni
Nacimiento14 de mayo de 1905
Rosario (Argentina)
Fallecimiento13 de octubre de 1981 (76 años)
Buenos Aires
NacionalidadArgentina
ÁreaPintura, dibujo, grabado y collage
Antonio Berni(n. Rosario, Santa Fe; 14 de mayo de 1905 - Buenos Aires; 13 de octubre de 1981), fue un pintor, grabador y muralista argentino,[1] [2] sus padres eran de origen italiano: su padre —Napoleón Berni— era sastre nacido en Italia, y su madre —Margarita Picco— era argentina hija de inmigrantes italianos radicados en Roldán, un pueblo de la provincia de Santa Fe, a 30 km de Rosario. Berni nació en calle España 288 (entre Salta y Catamarca). Una placa con bajorrelieve indica el sitio.
Berni fue un artista representativo de la época que vivió; lo caracterizó el fuerte contenido social de su obra. Con una galería de personajes entre los que se destacan Juanito Laguna y Ramona Montiel, representantes de los sectores más bajos y olvidados. Su obra estuvo influenciada por los acontecimientos históricos que vivió a lo largo de su vida

Conocemos a Antonio Berni